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PARASITOSIS EN NIÑOS: PREVENCIÓN Y SÍNTOMAS

Un parásito es un organismo que vive sobre o dentro de otro organismo, de especie diferente, llamado huésped. 
Aunque los parásitos intestinales no los ves, pueden vivir en el organismo de tus hijos y causarles muchas molestias de salud, pero no te preocupes; se pueden combatir recibiendo tratamientos médicos o estableciendo varias medias que tienen como meta evitar que nuestros hijos adquieren estos parásitos 

Generalidades de los parásitos

  • Se alimentan a expensas del huésped
  • Varían en tamaño, desde muy pequeño, llamados Protozoos, hasta gusanos, que se pueden observar a simple vista. 
  • Se pueden contraer por medio de los alimentos o aguas contaminadas, la picadura de un insecto o por contacto sexual. 
  • Algunas enfermedades parasitarias son más fáciles de tratar que otras.

Existen 3 clases de parásitos que pueden provocar enfermedades en los niños: Protozoos, Helmintos y ectoparásitos. 

Los Protozoos

 

Incluyen las ya renombradas y molestas amibas y giardias, organismos muy pequeños que no podemos ver con nuestros ojos, pero que son capaces de multiplicarse dentro del cuerpo y desarrollar infecciones graves a partir de tan solo un organismo. La trasmisión de Protozoos que viven en el intestino humano a otro ser humano generalmente ocurre por la vía fecal-oral (por ejemplo, alimentos o aguas contaminadas o contacto de persona a persona). 

Los Protozoos que viven en la sangre o tejidos humanos se trasmiten a otros seres humanos mediante un artrópodo (por ejemplo, picadura de un mosquito o Jején). 

El contagio ocurre por una mala higiene, falta de agua potable, adecuado alcantarillado y onicofagia (comerse las uñas), ya que las amebas se propagan por moscas, cucarachas y manos o alimentos contaminados con heces. Si bien esta enfermedad puede darse a cualquier edad, es más grave en niños pequeños, ancianos y mujeres embarazadas. 

Las amebas

 

Pueden vivir en el intestino grueso (Colon) sin causarle daño al niño, o presentar síntomas; pero hay que tener mucho cuidado porque en algunos casos pueden invadir la pared del colon y provocar dolor, inflamación y úlceras en el intestino grueso, siendo su principal síntoma la diarrea prolongada. Este tipo de parásito puede también diseminarse a través de la sangre y llegar hasta el hígado, y en pocas ocasiones a los pulmones, el cerebro u otros órganos, causando daño en esos tejidos. 

Hay una infección producida por una ameba llamada NAEGLERIA que puede provocar una enfermedad conocida como Meningoencefalitis Amebiana primaria (una infección cerebral que provoca inflamación del cerebro y destrucción cerebral). 

Si tu hijo en forma repentina presenta fiebre, dolor de cabeza, rigidez en el cuello y vomito; en especial si el niño ha estado recientemente en agua dulce, tibia, como lagos, ríos o aguas termales; busca atención médica inmediata. 

Síntomas más comunes de la parasitositosis 

Podemos sospechar que nuestro hijo padece de una parasitosis, si presenta algunos de estos síntomas: 

  • Cólico dolor abdominal.
  • Diarrea con deposiciones que pueden tener moco y ocasionalmente sangre.
  • Cansancio o fatiga fuera de lo usual. 
  • Presencia de gases de forma excesiva.
  • Dolor en área perianal, principalmente al defecar. 
  • Perdida de peso sin causa aparente.
  • Prurito anal.

Prevención

No olvide la importancia de implementar medidas de prevención, para cuidar la salud de tu hijo y toda la familia, para lo cual ten en cuenta los siguientes consejos: 

  • Mantén un adecuado y permanente aseo de manos, especialmente antes y después de preparar comidas, antes de comer y después de ir al baño.
  • Evita que tu hijo coma las uñas, ya que esto facilita el contagio: además mantén las uñas de tus hijos cortas.
  • Consumir alimentos bien lavados y cocidos.
  • Ofrece a tu hijo siempre agua potable. 
    Alimenta a tu hijo de forma saludable y balanceada. 
    Mantén la casa, los pisos, las paredes y sus alrededores, siempre limpios y secos.
  • Evita el contacto de las manos y los pies con la tierra o arena que está en sitios donde se sabe o se sospecha que pueden existir contaminación fecal.
  • Evita ingerir alimentos comprados en la calle o lugares con deficientes condiciones higiénicas. 

La prevención es la mejor opción para combatir las parasitosis, pegunta a tu pediatra sobre las opciones más apropiadas para desparasitar a tu hijo y a tu familia de forma segura y efectiva. La desparasitación regular puede ayudar a prevenir la transmisión de parásitos que pueden afectar negativamente la salud digestiva y general. Es importante seguir las recomendaciones del pediatra sobre el momento adecuado y los productos más seguros para desparasitar, teniendo en cuenta la edad, el peso, las condiciones de salud preexistentes y cualquier posible interacción con otros medicamentos.


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