Una de las grandes frustraciones que experimentamos como padres de familia, es la dificultad para alimentar a nuestros hijos en la forma que consideramos adecuada y en las cantidades que creemos necesarias.
Muchas veces nos excedemos tratando de que nuestros hijos reciban un volumen de comida que a veces es demasiado para ellos, y en otras ocasiones escasa, lo que los lleva a una mala alimentación y por ende no desarrollan un adecuado peso y una adecuada talla.
Es muy importante tener en cuenta que la alimentación debe ser un aprendizaje; así como aprenden a montar bicicleta o a practicar algún deporte; los niños y sobre todo los padres, deben entender que es un proceso que empieza desde un ambiente agradable, hasta la presentación de los platos.
Una cena servida de forma atractiva, además de colores llamativos y formas en los alimentos puede aumentar el apetito en los niños; es primordial que el momento de la cena, almuerzo o desayuno, este acompañado de una reunión familiar; donde se pueda compartir en familia.
Estas son algunas sencillas recomendaciones que podrían ayudar a una adecuada nutrición para los niños; y que a su vez la alimentación no sea solo consumir los micronutrientes, más bien que la hora de la comida sea un momento placentero para toda la familia.
Tips de la alimentación
La alimentación de un niño debe estar compuesta por cinco comidas al día: desayuno, media mañana, almuerzo, media tarde y cena.
No permita que los niños coman a la carta; ya que hay niños que son selectivos a la hora de alimentarse, por ejemplo solo quieren huevos, carne y arroz; y no quieren recibir otros alimentos.Esta situación no debe permitirse y debe buscarse la forma de estimularlos para que reciban otro alimento; por ejemplo, los dulces o galguerías deben restringirse, y proporcionarse de manera moderada y con persuasión o recompensa.
Tenga en cuenta que desde los 6 meses de edad y hasta los 24 meses vienen la salida de los primeros dientes y muelas, que por dolor pueden disminuir el apetito; consulte con su pediatra para que le prescriba un analgésico y/ o desinflamatorio.
Ocasionalmente invite al niño a preparar los alimentos con los padres; oyendo sus sugerencias, pero sin permitir que el escoja el menú completamente y aprovechando la ocasión para enseñarle lo que es un menú adecuado y balanceado.
No use platos demasiado grandes, en los dos primeros años de vida. Durante el primer año, el niño presenta un rápido desarrollo por eso tienen buen apetito, pero de ahí en adelante la velocidad de su crecimiento disminuye, y la cantidad de alimentos ingerida también tiende a ser menor. Por eso, no vale la pena preocuparse si el niño comienza a ingerir menos alimentos de los que uno esperaría.
Si el almuerzo es en casa y a mediodía, no le proporcione teteros en los horarios previos. Tras tomarse el tetero, es obvio que el apetito disminuirá.
Las comidas junto a la familia incentivan a los niños a comer y les despiertan el apetito hacia alimentos diferentes. Por eso, se debe tratar siempre de incluir algún nuevo sabor en el menú, y probarlo en compañía de los niños.
Los hábitos alimenticios de la familia son el mayor ejemplo para un niño. Si las personas que están alrededor sólo toman bebidas gaseosas, fritos y alimentos empacados, y le insisten a los niños para que coman alimentos saludables, el niño hará lo que ve, no lo que le dicen. Si la familia toma jugos, frutas y verduras, lo mismo harán los más pequeños de la casa.
Para algunos niños les resulta aburrido tener que dejar de jugar para sentarse a masticar un plato de comida. Perder todo ese tiempo de juego les resulta poco atractivo, y los padres pueden ayudar con pequeños trucos en la mesa (el avioncito es viejo, pero efectivo), colocando los alimentos en forma graciosa en el plato o sirviendo poquita comida. Luego se premia; permitiéndole regresar al juego.
Mezclar alimentos puede ser una buena opción en un momento inicial, o con niños más testarudos. Por cada porción de alimento que al niño le guste, ofrecerle un poquito de aquella que no le gusta tanto. Así terminan comiendo de todo un poco, sin darse cuenta y aprendiendo a tener amor por alimentos que antes no tenía.
Las comidas preparadas en la casa siempre deben ser las preferidas por los padres; deben evitarse los alimentos con preservativos ya que contienen ingredientes que podrían desencadenar alergias.
Referencia: Revista Harker edición 2
Desde Nuestra especialidad de Nutrición apoyamos el proceso de alimentación de tus hijos, brindándote asesoría personalizada para que cada una de los momentos de su desarrollo y crecimiento sean óptimos, además por medio de la educación nutricional y la modificación de hábitos de alimentación y estilos de vida, atendemos niños con problemas de sobrepeso, obesidad y otras patologías que se pueden presentarse en el transcurso de la niñez.
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