El inicio de un nuevo año escolar no solo representa el comienzo de emocionantes encuentros con compañeros, la formación de amistades y la interacción con nuevos profesores, sino también el enfrentamiento a desafíos académicos que marcan el camino hacia el crecimiento y la madurez de tus hijos e hijas.
Este período no solo es emocionante, sino que también se presenta como una valiosa oportunidad para cuidar y guiar a tus hijos e hijas durante su transición a la adolescencia, una etapa crucial previa a la adultez. Como padre, comprendes la importancia de tu rol en este proceso, siendo una fase en la que puedes contribuir significativamente al desarrollo y crecimiento de tus hijos, allanando el camino hacia una vida adulta saludable y feliz.
En este contexto, es fundamental llevar a tus hijos e hijas al pediatra. Este profesional no solo brindará un estudio y cuidado adecuado, sino que también jugará un papel esencial en la prevención de factores de riesgo que puedan afectar su crecimiento. Además, el pediatra entenderá las necesidades particulares de cada adolescente, especialmente en lo que respecta a su maduración sexual o cambios del cuerpo. Así, garantizar un acompañamiento integral que promoverá la salud y el bienestar de tus hijos en esta etapa crucial de sus vidas.
La adolescencia, siendo un período en el que los jóvenes experimentan cambios corporales y emocionales significativos, a menudo se percibe como una etapa de buena salud, con menor prevalencia de enfermedades o lesiones. Sin embargo, este periodo de transición hacia la adultez es fundamental en el desarrollo de hábitos saludables y decisiones que influyen en la vida futura de los adolescentes.
Durante este viaje hacia la independencia, donde los zapatos viejos ya no encajan y la ropa comienza a ajustarse de manera diferente, el papel del pediatra se vuelve esencial. Más allá de simplemente abordar enfermedades, el pediatra puede desempeñar un papel crucial al orientar a los adolescentes hacia la adopción de hábitos saludables. Esto incluye la promoción de una alimentación nutritiva y la importancia de la actividad física adecuada, contribuyendo así no solo al bienestar físico, sino también al crecimiento emocional y social de los jóvenes.
Además, el pediatra juega un papel integral en la creación de alternativas maduras para los adolescentes, guiando en la toma de decisiones responsables. Al velar por su protección y cuidado, el pediatra se convierte en un aliado fundamental para los padres, asegurándose de que sus hijos transiten por esta fase de la vida de manera saludable, equilibrada y preparada para el futuro.
En Harker Centro Pediátrico, donde contamos con un equipo de profesionales altamente calificados dedicados a proteger y cuidar el crecimiento y desarrollo de tus hijos e hijas durante esta transición de la niñez a la adolescencia, un periodo que abarca desde los 11 hasta los 18 años. En Harker, te brindamos la seguridad de apoyar un desarrollo saludable y óptimo, asegurando el bienestar de tus hijos.
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