Suele suceder que los padres se alarmen al enterarse de que su hijo o hija necesita terapia, pero realmente este no es un motivo de alarma, puesto que la terapia ocupacional y de lenguaje son las más necesarias durante la niñez. A continuación, te explicamos qué es la terapia ocupacional y cómo saber si tu hijo la necesita.

¿Qué es la terapia ocupacional?

La terapia ocupacional vela por el bienestar del niño, de su ocupación y relación con el entorno. Sirve para favorecer el desempeño escolar, en el juego, en su autocuidado e interacción con los demás desde la situación de cada niño, cuya ocupación principal es jugar. El objeto de estudio es el desempeño ocupacional, compuesto por áreas, componentes y el contexto.
En cuanto al experto a cargo, este es el terapeuta ocupacional, que es un profesional que interviene con la población infantil a través del juego y los juguetes específicos para enriquecer la actividad lúdica. Al tratarse de niños, cuya ocupación principal es el juego, los objetivos del terapeuta ocupacional se enfocarán en estimular y promover esta área como actividad terapéutica.

Si te interesa conocer más acerca de la estimulación y su importancia en el desarrollo infantil puedes ver La eficacia de la estimulación temprana de los niños.

¿Quién remite al niño a terapia ocupacional?

Esta es una decisión que se toma en conjunto entre distintas partes implicadas, que son:

- El pediatra a cargo
- Los maestros o psicólogos del colegio
- Los padres.
 

Adicionalmente, se puede solicitar un diagnóstico final a cargo de un neuropsicólogo o neurólogo, pero no siempre es necesaria la toma de exámenes médicos específicos para remitir a la EPS.

¿Qué niños asisten a terapia ocupacional?

Los niños a quienes se envía a este tipo de terapia, son aquellos con problemas en el desarrollo psicomotor, hiperactivos, con dificultades de aprendizaje, entre otros. Según afirma el neuropediatra Álvaro Izquierdo, a nivel cerebral existen ciertos factores por los que el niño debe tomar terapia ocupacional, estos son: 

- Falta de estimulación o maduración
- Trastornos genéticamente determinados
- Factores de riesgo como nacimiento prematuro, desnutrición, meningitis, etc. 

¿Y sí funciona?

La terapia ocupacional mostrará resultados siempre y cuando el niño la necesite y tanto el profesional como la familia estén comprometidos con el proceso. Esto quiere decir que, la familia debe tener conocimiento del profesional que atiende a su hijo, cómo se puede ayudar en el proceso y cuál será el trabajo de las personas que rodean al niño. Los resultados de la terapia serán visibles en tanto el niño se muestre menos estresado, presente un mejor rendimiento académico, etc.

Cabe recalcar que la terapia no consiste únicamente en asistir a las sesiones con el terapeuta ocupacional, sino también en seguir paso a paso y de manera rigurosa el plan de trabajo establecido por el profesional. Es por este motivo que el compromiso de los padres y cuidadores del niño para reforzar las actividades sugeridas en casa es clave para alcanzar los resultados esperados.

Esperamos que esta información te haya servido para entender mejor de qué se trata la terapia ocupacional y cuál es su importancia para los niños y niñas que la necesitan.

Referencia www.eltiempo.com

Si tu niño fue remitido a terapia ocupacional, es necesario encontrar a los profesionales ideales para iniciar con el proceso. Agenda tu cita con nuestros expertos y asegúrate de poner la salud de tus pequeños en las mejores manos.

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