El pie plano es una afección caracterizada por una deformación en el arco interno del pie, que hace que toda la planta del pie tenga contacto con el suelo. Esta condición puede reducir o eliminar por completo la altura natural del arco, haciendo que los niños caminen apoyando completamente la planta del pie en vez de la punta, el talón o el borde externo de los pies.

Esta anomalía es una de las más frecuentemente consultadas en ortopedia infantil. Se suele diagnosticar entre los 3 y 5 años de edad. Es importante notar que es completamente normal que los niños más pequeños tengan pies planos debido a la debilidad de los ligamentos que aún no permiten la formación del arco.
El pie plano puede estar asociado con diversas patologías como las neuromusculares, metabólicas, músculo-esqueléticas y reumatológicas, las cuales pueden disminuir el arco longitudinal del pie.

Se estima que entre el 10% y 20% de los niños desarrollan pie plano en la edad adulta. Podemos identificar dos tipos de pie plano:

• Flexible: En este caso, el arco del pie es visible cuando el niño se pone de puntillas pero desaparece al apoyar el pie y soportar el peso corporal. Este tipo es el más común y no suele ser doloroso, aunque puede ocasionar molestias después de una caminata o de hacer ejercicio.
• Rígido: Este es el tipo patológico y puede causar molestias e impedir la ejecución de movimientos. El arco del pie es inexistente y suele estar relacionado con malformaciones de los huesos y articulaciones. En estos casos, puede ser necesaria la intervención quirúrgica.

SÍNTOMAS DE PIE PLANO

Si sospechas que tu hijo puede estar sufriendo de pie plano, es importante que estés atento a los siguientes signos:

• Retraso en comenzar a caminar, después de los 14 a 16 meses.
• Desgaste rápido de los zapatos, especialmente en el talón, la parte trasera o la parte interna del zapato.
• Dificultad al correr.
• Dolor en las pantorrillas y piernas.
• Calambres nocturnos frecuentes.
• Cambios en la forma de caminar y fatiga

TRATAMIENTO PARA EL PIE PLANO

• La corrección del pie plano puede implicar las siguientes medidas:
• Calzado con tacón que realce la parte interna de la suela.
• Calzado de caña alta o botas.
• Ejercicios para fortalecer los músculos del pie.
• Control de peso, si es necesario.
• Los zapatos ortopédicos no aceleran la formación del arco, pero sí ofrecen soporte.

Existen pruebas para detectar el pie plano, como el Test de Jack y las proyecciones radiográficas en carga, así como el uso de instrumentos para medir las presiones plantares. En Harker Centro Pediátrico, contamos con un equipo de especialistas dedicados a hacer que tus hijos se sientan seguros, brindando orientación, apoyo y soluciones para el pie plano, así como tratamientos y terapias que ayudarán a tu hijo a caminar, correr e interactuar con los demás con confianza.

Referencias:
Flat feet in children. MA Smith - BMJ: British Medical Journal.