Cada año que pasa, observamos cómo nuestros hijos interactúan cada vez más con la llamada inteligencia artificial, de una manera más avanzada y frecuente, acercándolos a la creación y configuración de un mejor futuro con el apoyo de esta tecnología. Por ello, como padres, debemos estar cada día más preparados para ayudarles a utilizar de la mejor manera esta herramienta tecnológica que, sin duda, llegó para quedarse.

Para introducirlos en este mundo, podemos empezar por explicarles en qué consiste la inteligencia artificial. Una forma sencilla es mencionar que se trata de un programa informático capaz de realizar tareas que antes solo el ser humano podía llevar a cabo. Estos programas, mediante algoritmos diseñados por expertos, generalmente ingenieros de sistemas, tienen la capacidad de aprender comportamientos y hacer predicciones sobre diversos temas para facilitar nuestra vida cotidiana. Muchos de estos programas nos ayudan a resolver problemas diarios, economizar tiempo en ciertas tareas y asistir en la toma de decisiones en situaciones cruciales.

Es importante recordarles a nuestros hijos que ya llevamos muchos años conviviendo con la inteligencia artificial y que la empleamos diariamente en varios dispositivos y softwares. Seguro que pueden señalar ejemplos en casa, como Siri o Alexa, dispositivos que al escuchar la voz humana responden a nuestros comandos. Aunque nuestros hijos puedan pensar inicialmente que están interactuando con una persona, en realidad lo hacen con inteligencia artificial. Entender correctamente cómo funciona la inteligencia artificial les permitirá tener una visión más crítica y racional sobre ella y, quién sabe, quizá aspiren a no ser meros usuarios, sino los futuros creadores o desarrolladores de tecnologías aún más avanzadas en este ámbito.

Las herramientas automatizadas basadas en inteligencia artificial se vuelven cada día más sofisticadas, permitiendo a los jóvenes crear programas de aprendizaje personalizados. Esto les brinda la independencia para explorar nueva información y destinar su tiempo libre al desarrollo de la inteligencia emocional, esencial para asegurar que no sean reemplazados por máquinas en sus futuros roles profesionales.

En el ámbito educativo, la inteligencia artificial ha revolucionado la educación personalizada y a distancia, abriendo la puerta a probar modelos alternativos de enseñanza. Esto busca desarrollar mayores habilidades en nuestros hijos cuando son usuarios de esta tecnología. Por ejemplo, el modelo STEM se centra en potenciar habilidades en ciencia, ingeniería, matemáticas y tecnología. Otro ejemplo es PictoBlox, una herramienta educativa a distancia que facilita el aprendizaje de programación básica para niños de manera lúdica e interactiva, basándose en la inteligencia artificial. Con estos sistemas, los educadores pueden dedicar más tiempo a identificar fortalezas y áreas de mejora en los estudiantes, permitiendo que avancen más rápidamente en su aprendizaje. Así, la inteligencia artificial sigue siendo un gran apoyo para docentes en tareas básicas como calificaciones y preparación de materiales.

Además, la inteligencia artificial tiene aplicaciones en neuropsicología y psicoterapia. Existe un robot diseñado con inteligencia artificial que interactúa con niños con espectro autista, mostrando mejores avances en su comunicación en comparación con aquellos que son atendidos solo por psicoterapeutas.

En conclusión, con este artículo deseo motivar a los padres a no estar ajenos a la formación de sus hijos mediante la inteligencia artificial. Sin embargo, es esencial estar preparados para su uso adecuado. Además, es vital invertir tiempo en fortalecer la inteligencia emocional de nuestros hijos, pilar fundamental para el éxito en la vida cotidiana, tema que pueden profundizar en el artículo "Inteligencia Emocional" de nuestra Revista Harker Centro Pediátrico Edición 10

Dr. Jorge García Harker

Médico Pediatra - Neonatólogo

Referencia: Revista Harker Centro Pediátrico - Edición 10.