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Guía Recién Nacido

Coloración en la piel: Un 90% de los recién nacidos pueden tener un tinte amarillo en la piel que aparece a partir del segundo día de vida y desaparece progresivamente en la primera semana, a lo cual ayuda la exposición a la luz solar.

Si el color amarillo en piel aumenta en lugar de ir desapareciendo debe consultar al Centro Pediátrico.

Ritmo de respiración: Debe estar entre 40 y 60 veces por minuto.

Llanto: Los recién nacidos lloran regularmente por hambre, pero también puede que lo hagan por frío, humedad del pañal o cuando tienen gases.

Deposición: El número de deposiciones es casi igual al número de veces que se alimenta el bebé. Inicialmente son de color verde negruzco (meconio). Después de la primera semana se tornan amarillas grumosas (similar a la diarrea). Al final del primer mes de vida, hay entre una y tres deposiciones por día. 

Alimentación: Se debe buscar un ambiente tranquilo y una posición cómoda que permita la lactancia materna, que debe iniciarse tan pronto como sea posible y a libre demanda, o sea, lo que pida el bebé. Debido al poco volumen inicial, el recién nacido debe ser alimentado entre 10 y 12 veces al día con el fin de brindar el aporte de nutrientes necesarios y disminuir el riesgo de presentación de ictericia.

Control de la temperatura: El recién nacido debe permanecer en un ambiente de temperatura cómoda y estable; esto le permitirá un crecimiento adecuado y un buen control del patrón respiratorio. En los recién nacidos prematuros o con peso inferior a 2,000 gramos, se recomienda el contacto piel a piel con la mamá, “técnica madre canguro” ya que le evita un mayor consumo de sus pocas reservas y pérdida de calorías al generar calor. 

Control médico: Después de salir de la clínica, es ideal hacer esa primera revisión entre el tercer y quinto día de vida para evaluar la técnica de alimentación, el control del peso, la interrelación madre-hijo, la coloración de la piel, los resultados tamizaje metabólico para descartar hipotiroidismo congénito y otras enfermedades metabólicas.

Muñón umbilical: Debe ser limpiado a diario, preferiblemente con la sustancia indicada por su médico después del baño y a cada cambio de pañal, movilizándolo sin tocar la piel, para evitar irritación y con el fin de que no se acumule material infeccioso.

El muñón umbilical se caerá entre la primera y la segunda semana y podrá sangrar un poquito al desprenderse. No hay que preocuparse, pero sí es necesario continuar con la limpieza diaria hasta que la piel se una y forme el ombligo definitivo. 

Los oídos: Seca muy bien las orejitas (pabellones auriculares) después del baño.  Limpia la cera presente en el pabellón, pero nunca introduzcas hisopos o aplicadores dentro del conducto (oídos). 

Las uñas: Cortar las uñas del bebé recién nacido puede resultar un trabajo intimidante para los padres pero es importante mantener las uñas cortas ya que eso evitará que se rasguñe por accidente. El mejor momento para hacerlo es cuando está dormido. 

Esta labor se puede hacer con tijeras con punta redonda o con un cortauñas especial pequeñito. También se pueden limar suavemente para quitar las puntas. Las uñas de las manos crecen rápidamente, quizás tenga que recortarlas dos veces a la semana. Las uñas de los pies crecen más lentamente. 

El pelo: Hay que escoger un champú adecuado para la edad del bebé y que tenga pH neutro, para no irritar los ojos e hipoalergénico, en lo posible, con un perfume suave. Al peinarlo, se puede usar un cepillo con cerdas muy suaves y para evitar el enredo en la parte de atrás de la cabecita (dado que el niño permanece mucho tiempo dormido boca arriba), se puede aplicar unas gotas de aceite antes de pasar el cepillo.  Esto también es muy útil para ayudar a desprender la costra láctea (costra blanquecina en la parte superior de la cabeza). 

No es aconsejable poner polvos ni talcos. Los niños tienen la piel muy sensible y hay que cambiar el pañal con frecuencia. 

Los primeros meses se aconseja el cambio después de cada toma de seno, que puede ser cada tres o cuatro horas. 

Dermatitis del pañal: La piel del área del pañal tiene necesidades especiales en cuanto a protección de elementos irritantes como la orina y la deposición del bebé para prevenir la aparición de dermatitis, ya que su aparición se relaciona fundamentalmente con la humedad, alteraciones en el pH de la piel, cambios de la flora microbiana, el calor y el roce en dicha zona. 

La dermatitis del pañal se caracteriza por el enrojecimiento e inflamación de la piel, especialmente en las zonas de mayor roce, y puede provocar lesiones muy molestas y dolorosas que, incluso, pueden sangrar. Con alguna frecuencia se presenta sobreinfección por hongos (candidiasis).

Algunas medidas para evitarla y tratarla son:  

1. Cambia el pañal con frecuencia, incluso durante la noche, y usa pañales desechables de calidad, que absorban la humedad y permitan la transpiración de la piel. 

2. El mejor tratamiento es mantener el área del pañal limpia y seca. 

3. Utiliza toallas húmedas que no contengan alcohol o perfume. 

4. Utiliza con moderación, barreras humectantes como cremas o ungüentos que contengan óxido de zinc o vaselina. 

5. No uses cremas con antibióticos o con corticoides si no han sido indicadas por el pediatra.

6. ​​Consulta al médico si las lesiones no ceden en un plazo prudencial. 

7. No uses almidón de maíz en la zona perineal, ya que puede generar hongos. 

8. Procura que el bebé pase un rato cada día sin pañales.

Sólo en algunos casos, no antes del primer mes ni después del sexto.
Es importante conocer los riesgos y las ventajas encontrados con el uso del chupo de entretención y solicitar una explicación a su pediatra, aunque su uso permanente no es aconsejable.

La Academia Americana de Pediatría lo recomienda en los siguientes casos: 

1. Con base en su efecto protector, demostrado en estudios, al utilizarlo al momento de dormir al bebé; y aunque no se conozca claramente el mecanismo, el riesgo reducido de SIMS (síndrome infantil de muerte súbita) asociado con el empleo del chupo durante el sueño es convincente. Debe ser usado al buscar que el niño se quede dormido y no ser insertado de nuevo una vez se duerme. Si lo rechaza, no se le debe forzar a tomarlo. Su uso se recomienda de los dos a seis meses de vida, época en la cual es más frecuente el SIMS (síndrome infantil de muerte súbita).


2. Durante procedimientos menores en los servicios de urgencias para minimizar el dolor en los menores de seis meses de edad.

3. Durante el entrenamiento de la succión no nutritiva en el recién nacido prematuro.

4. ​​No se recomienda su uso en el primer mes de vida o hasta que esté instaurada adecuadamente la lactancia materna.



Un recién nacido duerme de 16 a 20 horas aproximadamente; Si no se despierta con facilidad es necesario consultar al servicio de urgencias.

 

El bebé debe dormir solo, en su espacio propio, boca arriba (posición supina) o totalmente sobre la espalda, ya que así se disminuye el riesgo SIMS (síndrome infantil de muerte súbita).

Dormir de lado no es tan seguro y no se aconseja. Conviene variar la posición supina colocando la cabeza hacia un lado durante una semana y luego cambiar hacia el otro lado, y de vez en cuando cambiar su orientación en relación a la posición dentro de la cuna, o de ésta en relación a la habitación, así se puede evitar el desarrollo de plagiocefalia (moldeamiento cefálico posicional). 

El colchón debe ser firme y estar cubierto con una sábana. No se utiliza almohada, ya que la flexión que ejerce puede obstruir la respiración. 

Deben mantenerse alejados objetos suaves como almohadas, edredones y muñecos de peluche, que no deben hacer parte del espacio de descanso. Además, las mantas, cobijas y sábanas deben cubrir solo a nivel del pecho o pueden colocarse alrededor de la cuna para que no haya riesgo de que al moverse, la cara del infante quede cubierta. Otra estrategia es vestirlo con pijamas térmicas sin usar otro cubrimiento.

Hay que evitar abrigarlo demasiado y la temperatura del dormitorio debe ser cómoda para un adulto ligeramente vestido. La temperatura muy alta altera la termorregulación y se ha relacionado también con el SIMS.

Alzar y abrazar al bebé es muy importante, pero debe dormir en su cuna, separado aunque próximo a la madre para reducir el riesgo de SIMS y tener acceso fácil a él. 

Si la madre o el cuidador siente cansancio no debe alzarlo ni dormir con él sobre un canapé o una silla. También debe evitar el uso de dispositivos comerciales para reducir el riesgo de SIMS, pues aunque varios prometen mantener la posición de sueño o reducir el riesgo de alteraciones en la respiración, ninguno ha sido probado suficientemente para mostrar su eficacia.

Cargando y bañando al bebé

Usa ambas manos cuando levantes a tu bebé, soporta la cabeza y el cuello con la palma de una mano y sostén la espalda con la otra. Manténlo cerca de tu cuerpo. 

Probablemente habrá familiares y amigos que quieran cargarlo. Es importante que para proteger la salud de tu bebé, les recomiendes lavarse las manos y no toser ni estornudar sobre él.  

¿Silla, canguro, coche o todos? 

El canguro tiene la cualidad de dejar las manos libres y la posibilidad de pasar por cualquier lado. Los niños van entretenidos junto al cuerpo del padre o la madre. No son adecuados para el bebé dormido. 

El coche debe permitir reclinarse completamente en horizontal para cuidar el cuello del recién nacido porque podría lesionarse si se sienta. Hasta los tres meses tiene que estar acostado. El coche ideal tiene ruedas anchas y correas ajustables. 

La silla de seguridad debe usarse siempre, probablemente con un cojín especial que le permita mantener más firme la cabecita y el cuello, cuidando de ajustar el cinturón de seguridad y que la silla esté correctamente colocada. 

El baño

Se debe realizar diariamente en un ambiente sin corrientes de aire y por períodos cortos. Verifica la temperatura del agua: ni muy fría ni muy caliente. Asegúrate de tener listo todo lo que vaya a necesitar y nunca dejes solo a tu bebé en la tina.

Sostén siempre la cabecita del bebé, poniéndola sobre tu antebrazo y sujetando firmemente el hombro con su mano para sumergirlo poco a poco en el agua. Dentro del agua gíralo y sujétalo por debajo del pecho para enjuagar las nalgas y la espalda.

Utiliza champú y jabón muy suave y evita su contacto con los ojos. Sécalo muy bien sin olvidar los pliegues de la piel. 

Es conveniente tener el mismo horario, lo que da un punto de referencia temporal que le proporciona seguridad al bebé. El baño antes de dormir suele ser muy placentero. 

Antes de salir del baño, asegúrate que tus manos no tengan jabón para evitar que el bebé se resbale. Envuélvelo en la toalla, colócalo en una superficie firme y procede a secarlo.

No te preocupes, es frecuente que los recién nacidos presenten obstrucción nasal. Sin embargo, el manejo de este incidente, mientras que en unos meses enseñas a tu hijo a sonarse, es relativamente sencillo…

Las secreciones nasales salen mediante un lavado nasal realizado con solución salina normal y usando una pera de hule para el aspirado. Con mucho cuidado y algo de paciencia, pronto papá y mamá aprenderán a usar este elemento y perderán el temor de hacer daño a la naricita de tu bebé. 
 

Primeros auxilios

Todas las personas que pueden tener a cargo la responsabilidad de asistir a la madre y cuidar al bebé deben conocer lo básico en primeros auxilios.

Saber qué hacer frente a una emergencia, salva vidas. En consecuencia, es recomendable que padre, madre y algún allegado (un vecino, un hermano) tomen un curso de primeros auxilios. 
De manera preventiva se aconseja tener planes de seguridad contra incendios, estar muy pendientes de ellos en el agua, parques infantiles, transporte, viajes, exposición al sol y alimentación, entre otros.

Conceptos básicos de masoterapia 

El fortalecimiento del apego (vínculo madre e hijo) es uno de los principales beneficios de la masoterapia para el bebé. Permite brindar afecto y bienestar tanto a quien lo recibe como a quien lo da. Se trata de una alternativa natural para aumentar el bienestar en niños sanos y restaurar la salud en niños con algún tipo de afección. 

Los masajes favorecen el desarrollo afectivo, cognitivo y motriz del bebé y proporcionan placer sensorial, mediante la liberación de sustancias bioquímicas que generan una sensación de relajación y bienestar.

Favorecen también procesos digestivos (alivia el dolor de cólicos y facilitan la eliminación de gases). De igual manera, benefician el sistema linfático y el desarrollo de la musculatura y las articulaciones. 

Según Piaget, se logran niños más seguros, con un mejor ritmo sueño-vigilia y de alimentación. Algunos estudios han demostrado que los bebés que habían recibido este tipo de estimulación ganaron 47% más peso que los que no fueron estimulados pese a ingerir igual cantidad de calorías.

Cómo hacerlos 

1. Se debe realizar posterior al baño y en un espacio tranquilo, con buena temperatura, sobre una superficie firme, donde el bebé se sienta seguro y no esté irritable.

2. No debe tener hambre para brindarle un espacio de relajación adecuado. 

3. Quién realiza el masaje debe tener las manos limpias, frotarlas entre sí para calentarlas y untarlas de aceite natural o loción hidratante, para facilitar los masajes.

4. Los movimientos deben ser armónicos, en sentido descendente (de la cabeza a los pies) y a la vez en cada sector del cuerpo, desde el centro hacia la periferia.

5. Se debe iniciar con las yemas de los dedos para estimular la circulación y luego con movimientos más amplios de las manos con el fin de mejorar el tono, la fuerza y la flexibilidad de los músculos y las articulaciones.

Se sugiere el uso de piezas gruesas en algodón. También pueden servir los enterizos con una camiseta interior de algodón de manga larga o los mamelucos que suelen tener una abertura del cuello a los pies. 

Para salir, recuerda ponerle un gorro al niño y usar vestidos de una sola pieza que además de cubrir pies y manos, los envuelvan completamente y lo resguarden del frío. 

En los tiempos de calor las telas livianas de algodón blanco suelen ser muy cómodas y refrescantes.

Siempre antes de vestir al bebé se debe revisar que la ropita esté bien seca. También es importante no usar prendas de lana y que suelten pelusas, pues pueden ser causa de irritación o alergias. 

Recuerda que la ropa debe tener mecanismos automáticos, velcro o botones de presión que estén abiertos por el pecho y las piernas.  Mientras el bebé sea pequeño es recomendable evitar las prendas que se ponen por la cabeza.

Otro tema de mucha importancia para su bienestar es la composición de los tejidos, los cuales deben ser 100% naturales, en fibras que facilitan la transpiración y evitan irritaciones.
 

Procedimiento

Las prendas abiertas por el mismo lado se introducen una dentro de otra, de esta forma solo tiene que pasar los brazos por las mangas una vez. Para realizar esta acción es mejor recoger las mangas con una mano, coger el puño del bebé y meter en la manga recogida mientras con la otra mano se desliza la prenda hacia la axila. 

Para colocar el pantalón es igual que con las mangas de las camisas y las blusas. Se recoge la bota y una vez metido el pie se tira de la prenda suavemente hacia la ingle. 

Cuando se utiliza un traje de una pieza abierta por delante, primero se colocan las botas después se levanta un poco al bebé tirando del traje hacia arriba y luego se colocan las mangas.

Existe una popular y arraigada creencia acerca de la llegada de los hijos: supone que junto con el nacimiento todo llega por añadidura, aquello de "todo hijo llega con la leche y los pañales debajo del brazo". Quienes ya experimentaron la condición de ser padres saben que esta afirmación riñe con la realidad. 

La cigüeña no llega sola, aterriza cargada de una felicidad no conocida y nos regala un amor jamás imaginado, pero, independientemente de lo bello que es tener un hijo, no se puede negar la alteración que sufre el curso que traía la vida.

Aspectos tan importantes como la economía, los hábitos y las costumbres se resienten porque experimentan una transformación significativa.Se alteran cosas tan sencillas, pero vitales, como el sueño y el descanso, lo cual hace mella en la calidad de vida.
La disposición del tiempo libre, los hobbies y demás actividades que servían como bálsamo para llevar el diario vivir, se afectan sensiblemente porque ya no se dispone, con la misma proporción y frecuencia, del tiempo, los recursos y la energía. La austeridad, las ocupaciones y el agotamiento se pasan a vivir con los padres.

Si no se tiene la tolerancia y la capacidad de adaptación al nuevo estilo de vida, estos cambios pueden minar la estructura familiar, al punto de derrumbarse. Por ello, los especialistas recomiendan planear y organizar las actividades y no temer a pedir ayuda de otras personas si se considera necesario. 

Evita que la situación sea agobiante: realiza listas (mercado, diligencias, controles médicos) y utilicelas para programar las actividades en una agenda, distribuya las labores del hogar con los demás miembros de la familia, aproveche los momentos de sueño del bebé para evacuar asuntos del día y también para descansar; ordene los elementos necesarios para las actividades rutinarias del bebé (como el baño) en el lugar donde las realizará, para ahorrar tiempo y esfuerzos buscando cosas refundidas; organice la ropa y los pañales del bebé por tallas y tenga a la mano solo aquellos de la edad correspondiente.

La condición de ser padres es mucho más que participar en la concepción o con la manutención. Exige alto grado de compromiso, entrega y abnegación, que se ve grandemente recompensado si se establecen rutinas ordenadas desde que el bebé nace.

¿Es muy activo y vivaz?
¿Es más bien tranquilo?
¿Es tímido ante las situaciones nuevas, como el primer baño, o disfruta con la novedad?

Encontrará claves de la personalidad de su hijo en todo cuanto haga, desde dormirse hasta llorar. Cuanto más se esfuerce en identificar estas señales y aprenda a responder adecuadamente a la personalidad de su hijo, más tranquila y predecible será su vida durante los meses siguientes. 

Aunque muchos de estos rasgos de carácter dependen de la constitución genética que el niño ha heredado, si tu hijo ha nacido prematuro, es posible que demore en presentar tales rasgos. 

Si tenías determinadas ideas sobre el cuidado de los niños antes del nacimiento de tu hijo, re-evalúalas ahora para ver si se adaptan a las características de éste. Haga exactamente lo mismo con los consejos de los expertos (libros, artículos y sobre todo amigos y familiares bien intencionados) sobre cómo cuidar y educar a un niño. La única verdad es que no existe ninguna fórmula precisa para criar a un niño. Tú debes crear tus propias guías, basadas en la personalidad única de tu bebé, tus propias ideas y las circunstancias particulares de tu vida familiar. 

Lo más importante es que aceptes y respetes la individualidad de tu hijo. No intentes encasillar al bebé en ningún molde o esquema definitivo. La personalidad exclusiva de tu hijo es su principal valor y al respetarla desde el principio contribuirá a sentar las bases de su autoestima y de su capacidad de mantener  relaciones armoniosas con los demás.

Durante los primeros meses las sonrisas aparecen mientras el niño está durmiendo, por motivos aún desconocidos. La verdadera alegría llegará al final de este mes, cuando le sonría a la madre mientras está despierto.

Gradualmente irás reconociendo las reacciones de tu bebé y él las de tú y tu pareja. Al identificar y responder a las señales sutiles de tu hijo, incluso cuando sólo tenga una semana, podrá transmitir que sus pensamientos y sentimientos son importantes y que puede influir sobre el mundo que le rodea.

Iniciar desde temprana edad una estimulación adecuada del bebé, permitirá mejorar su capacidad cognitiva y lo hará un mejor miembro de la sociedad. Desde el tercer día de vida empezaremos con los siguientes tres ejercicios:

1. Estimulación Visual
Se realiza pasando una cartulina pintada con cuadros blancos y negros a 20 centímetros de los ojos, dirigiéndola de izquierda a derecha y viceversa durante 10 minutos una vez al día.

2. Estimulación Auditiva
Colocar a una distancia audible del bebé música infantil o música clásica (orquestas sinfónicas) durante 10 minutos. 

3. Estimulación Motora
Levantar al bebé por los dos brazos hasta llegar a la posición sentada; este ejercicio se repetirá por 10 ocasiones, una vez al día y tiene como objetivo que aumente su fuerza en el cuello para sostén cefálico.

Conocemos lo importante que es para ti la protección de la salud de tu bebé. Te invitamos a agendar una cita de revisión de tu recién nacido.

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