La pañalitis es una de las afecciones más comunes durante los primeros años de vida de un bebé. Aunque puede parecer trivial, puede ser dolorosa y molesta para el pequeño. Como siempre, en Harker Centro Pediátrico nos preocupamos por el bienestar de los más pequeños, por lo que hoy te traemos una guía para prevenir esta irritante afección.

¿Qué es la pañalitis?

La pañalitis es una inflamación de la piel en el área que está en contacto con el pañal.  Esta inflamación se caracteriza por:

• Enrojecimiento y sensibilidad en la zona.
• Sensación de calor al tacto.
• Incomodidad o dolor al bebé, especialmente durante el cambio de pañal o al limpiar el área.

¿Por qué ocurre?

Existen varias causas posibles:

• Cambios inadecuados del pañal: No cambiar el pañal con la frecuencia necesaria puede exponer la piel del bebé a la humedad y a sustancias irritantes presentes en la orina y las heces.
• Infección bacteriana: Las bacterias pueden proliferar en un ambiente húmedo y oscuro.
• Infección por hongos: Un tipo de hongo llamado cándida es una causa común de pañalitis.
• Intolerancia a la lactosa: En algunos casos, la intolerancia a la proteína de la leche puede causar pañalitis.

Recomendaciones para prevenir la pañalitis:

1. Cambie frecuentemente el pañal: Mantener la piel seca es esencial. Asegúrese de revisar y cambiar el pañal cada vez que esté mojado o sucio, y especialmente después de que el bebé defeque.
2. Limpie suavemente: Al cambiar el pañal, limpie el área con toallitas húmedas especiales para bebés o un paño suave y agua. Realice movimientos delicados para evitar causar más irritación.
3. Secado completo: No subestime la importancia de un buen secado. Permita que el área del pañal se seque al aire durante unos minutos antes de colocar uno nuevo. Puede usar una toalla suave y hacer palmaditas suaves para ayudar en el proceso.
4. Use cremas protectoras: Las cremas a base de óxido de zinc forman una barrera protectora entre la piel del bebé y el pañal, evitando la irritación causada por la humedad y las sustancias presentes en la orina y las heces. Aplíquelo generosamente durante cada cambio de pañal.
5. Selección y ajuste del pañal: Es vital que el pañal tenga el tamaño adecuado para tu bebé. Un pañal muy apretado puede causar fricción, mientras que uno demasiado grande puede no proporcionar la protección adecuada. Además, permita una ventilación adecuada: un poco de tiempo sin pañal todos los días puede hacer maravillas.

¿Cuándo consultar al pediatra?

Si bien estos consejos pueden ayudar a prevenir la pañalitis, es esencial consultar al pediatra si nota que:

• La pañalitis no mejora en unos días.
• El enrojecimiento y la irritación parecen graves.
• Si sospecha que puede deberse a una intolerancia alimentaria o a una infección.

Solo un pediatra puede diagnosticar correctamente la causa de la pañalitis y recomendar el mejor tratamiento.

Conclusión

La pañalitis, aunque común, puede ser dolorosa y molesta para el bebé. Sin embargo, con los cuidados adecuados y manteniendo un régimen constante de higiene, puedes minimizar las posibilidades de que tu pequeño la padezca. En Harker Centro Pediátrico, estamos aquí para brindarte el apoyo y la información que necesitas. ¡La salud y el bienestar de tu bebé son nuestra prioridad!

Referencia: Revista Harker Centro Pediátrico - Edición 10.