En esta ocasión, abordaremos un tema que puede resultar preocupante para muchos padres y cuidadores: las convulsiones febriles en niños. Estas crisis convulsivas pueden ser alarmantes, pero es fundamental estar informados y saber cómo actuar adecuadamente en caso de presenciar una. Acompáñanos en esta guía para aprender todo lo necesario sobre cómo manejar estas situaciones.

¿Qué son las convulsiones febriles?

Las convulsiones febriles son episodios de movimientos musculares involuntarios que ocurren en niños entre los 6 meses y los 6 años de edad y están relacionados con una elevación rápida de la temperatura corporal, generalmente debido a infecciones virales o bacterianas. Es importante destacar que, aunque las convulsiones febriles pueden ser aterradoras, en la mayoría de los casos no causan daño cerebral permanente ni secuelas a largo plazo.

¿Qué hacer durante una convulsión febril?

• Mantén la calma: Lo primero y más importante es mantener la calma. Aunque ver a un niño convulsionar puede ser angustiante, es crucial mantener la serenidad para poder actuar de manera efectiva.
• Protege al niño: Coloca al niño en un lugar seguro y retira cualquier objeto cercano que pueda causarle daño durante la convulsión. Evita tratar de contener los movimientos del niño, ya que esto puede aumentar el riesgo de lesiones.
• Observa la duración: Generalmente, las convulsiones febriles duran solo unos minutos. Sin embargo, durante el episodio, controla el tiempo para informar a los profesionales médicos si es necesario.
• Posición de recuperación: Después de que la convulsión haya terminado, coloca al niño de lado para evitar que se atragante con vómitos o saliva. Esta posición también ayuda a mantener las vías respiratorias despejadas.
• No introduzcas objetos en la boca: Aunque antiguamente se recomendaba poner un objeto entre los dientes del niño, esto puede resultar peligroso y causar lesiones. No lo hagas. Es una práctica desaconsejada por los profesionales de la salud.
• Busca atención médica: Si el episodio dura más de 5 minutos, busca atención médica de inmediato. 
• Mantén el registro: Anota la fecha, hora y duración de la convulsión para compartir esta información con el médico tratante. Un seguimiento adecuado es esencial para evaluar la causa subyacente y tomar las medidas preventivas necesarias.

¿Cómo prevenir las convulsiones febriles?

Aunque no siempre es posible evitar las convulsiones febriles, hay algunas medidas que pueden ayudar a reducir su aparición:

• Controlar la fiebre: Cuando tu hijo presenta fiebre, es importante tomar medidas efectivas para controlarla adecuadamente. Un método recomendado es sumergirlo rápidamente en una tina con agua tibia, asegurándote de que el nivel del agua llegue aproximadamente a la altura del tórax. Sin embargo, recuerda siempre seguir las indicaciones del médico y, si es necesario, administrar medicamentos para reducir la fiebre según la dosis y frecuencia recomendadas.
• Vestimenta adecuada: Viste al niño con ropa ligera y mantén la habitación bien ventilada para evitar el sobrecalentamiento del cuerpo.
• Hidratación: Asegúrate de que el niño esté bien hidratado durante períodos de fiebre.
• Consulta médica: Si tu hijo ha tenido convulsiones febriles previamente, habla con el pediatra para discutir posibles estrategias preventivas adicionales.

Recuerda que cada caso es único, y si tienes alguna preocupación o duda sobre las convulsiones febriles en tu hijo, no dudes en contactarnos, en Harker Centro Pediátrico, estamos comprometidos con la salud y bienestar de los más pequeños, y siempre estamos dispuestos a ayudarte y resolver tus inquietudes. 

Nota: La información proporcionada en este blog tiene fines informativos únicamente y no reemplaza la consulta médica. Siempre busca la orientación de un profesional de la salud calificado ante cualquier inquietud médica o emergencia.

Referencias: 
Mayoclinic
kidshealth.org/