A los dos años de vida hay cambios sorprendentes. 
Este folleto está escrito para ayudarte a entender y guiar a tu niño a medida que explora el mundo, lucha por la independencia y regresa a ti por tu amor y el alimento. Ten en mente que tu bebé, es niño y se desarrolla a su propio ritmo.

Después del primer año, el crecimiento físico se vuelve más lento. El cambio más dramático será en la forma de su cuerpo. A pesar de que comienza a caminar, todavía está hecho para moverse alrededor gateando. Su cabeza parece muy grande con relación al resto del cuerpo, se le sale el estómago, sus piernas parecen curvas y los pies no tienen arco. Sin embargo, al terminar el segundo año, se ha adelgazado y estirado, pareciendo más bien un preescolar.

El movimiento

Si para su primer año no ha dado los primeros pasos vacilantes, lo hará en los próximos meses. Antes de soltarse a caminar solo, ''deambulará'' por el cuarto sosteniéndose de los muebles. A medida que aprenda a caminar, generalmente se estará tambaleando, con los pies bien separados, los dedos hacia afuera y su cuerpo tambaleándose de un lado a otro.
Caerse es parte esencial del aprendizaje, por eso debe protegerlo tanto como sea posible.    

Recomendaciones:
• Retira o cubre todos los muebles que tengan puntas agudas, superficies y repisas de vidrio.
• Cuando tu niño comience a caminar, ubica los muebles de tal forma que pueda pasar con total libertad (el niño debe poder pasar con los brazos abiertos).
• Cuando está aprendiendo a caminar, dando unos pasitos sin sujetarse, esperalo con los brazos estirados y díle ''ven hacia mamá o papá''.
• Coloca rejas en la parte superior e inferior de las escaleras.
• Evita dejarlo en piso resbaloso con medias, es más seguro descalzo, si hace frío ponle zapatos, tenis o pantuflas con suela antideslizante.
• Cuando no haya otros niños alrededor, ponlo a practicar.
• No trates de apresurar, él aprende a su propio ritmo, si su proceso parece disminuir, no te preocupes, debe estar tratando de perfeccionar otra cosa.

He aquí algunas actividades para compartir:
• Jugar con juguetes que encajan.
• Llenar un canasto con toda clase de cosas, especialmente ollas y sartenes.
• Halar y empujar juguetes con ruedas y enganchar trenes para tirar.
• Hacer torres con cuatro cubos y tumbarlos.
• Bailar y palmotear con música, golpear ollas o instrumentos de juguete.
• Mira y ''lee'' junto a él libros que tengan imágenes.
• Jugar con rompecabezas que tengan 3 o 4 piezas.
• Pequeñas actividades de oficio de la casa.
• Consentir y jugar a los papás, con muñecos suaves.
• Hacer garabatos y pintar.

Probablemente tu niño es muy curioso. Está tratando de controlar su cuerpo y a la vez, aprendiendo sobre el mundo que lo rodea. Él no tiene el concepto del peligro, de manera que es tu deber darle juguetes seguros y proteger el medio ambiente.

He aquí algunas guías:
Los juguetes deben...
• Ser grandes para que no se los trague.
• Deben llevar el sello de no tóxico.

Los juguetes no deben...
• Tener partes pequeñas que se desprendan y se las pueda meter en el oído, nariz o garganta.
• Tener filos o puntas agudas o que sean fáciles de romper o tengan bordes dentados.
• Estar sujetos con ganchos, alambres o puntillas.
• Ser de vidrio o plástico quebradizo.
• Tener cordones o cuerdas de más de 30 cm de largo.

Cuando el bebé  tiene 12 o 13 meses de edad, generalmente puede decir mamá y papá, más algunas otras palabras. Muy pronto su vocabulario y comprensión de las palabras aumentará y captará mucho de lo que le dices. Cuando menos lo pienses, se encontrará deletreando palabras que no quieres que él diga.

He aquí algunas formas de cómo puedes ayudar a tu niño a desarrollar su lenguaje:
• Usa cada vez menos el lenguaje del bebé.
• Habla suave y claro.
• Habla acerca de todo.
• Enséñale palabras correctas para objetos y partes del cuerpo.

• Usa palabras para describir lo que está haciendo (cómo ''vamos a ponerte la camiseta'' o ''te estoy quitando los zapatos'').
• Pídele que siga instrucciones simples (como ''por favor tráeme la media roja'', o ''pon la tapa sobre la mesa'').
• No te burles de los errores, en cambio repite la palabra correctamente y con entusiasmo (''si eso es, ¡es un....!).
• Lee cuentos y versos de niños, introduciendo así una variedad de palabras e ideas nuevas.
• Observen juntos libros y revistas con imágenes y pregúntale sobre los objetos que ven y pídele que te diga qué sucede en cada cuadro.
• Evita el sonido de la radio o tv de fondo, él necesita aprender que hablar es comunicarse y no solo charlar.

De acuerdo a la Dra. Penélope Leach, autora del libro ''Tu bebé y niño: desde que nace hasta la edad de cinco años'', la clave para entender a tu niño ''radica en el entendimiento del duro proceso de desarrollo''.  

Esto quiere decir, que tienes que mantener el balance entre dejarlo crecer y convertirse en su propia persona y estar allí para consentirlo y abrazarlo, sin importar lo que sea.

He aquí algunas claves de cómo funciona su brillante y curiosa mente:
• Él  tiene una memoria muy corta.
• Él no se acuerda de haberse metido en problemas ayer por haber movido los controles de TV, por lo tanto, es probable que hoy lo haga de nuevo.
• Tu bebé no puede pensar lo que sucederá más adelante. No piensa que si se sube a la escalera que está al frente, luego se deberá bajar de ella.
• No puede esperar nada, porque no puede pensar sobre lo que vendrá. Cuando quiere algo, lo quiere al instante, no entiende el concepto de esperar por algo y ser recompensado.
• No entiende sus propios sentimientos, esto lo hace más difícil para tomar decisiones, porque realmente no sabe qué es lo que más le divierte, pero necesita aprender aún más para tomar decisiones, de manera que comienza dándole oportunidades en las cuales no pueda perder (como cuál de las dos frutas se comerá primero, así se comerá las dos).

• Puede que no entienda tanto como tú crees. El uso de vocabulario se incrementa rápidamente, pero el entendimiento del significado de la palabra es básico.
• Para él la palabra “no” significa que estás luchando porque no logras hacer que él haga lo que quieres. Conviértelo mejor en juego, en lugar de dar órdenes, intenta diciéndole ''apuesto a que no puedes...'' o '' qué tan rápido puedes''.
• Juega junto a él, pero no con otros niños. Él es el centro de su propio mundo, lo que le hace imposible compartir sus juguetes o verdaderamente jugar ''con'' otros niños. Se divierte mirando y estando alrededor de ellos, jugando a su lado, compitiendo por los juguetes y atención.
• Mantente lista para entrar cuando la competencia se convierta en empujones y lágrimas.

Aunque aparentemente demuestra que está lleno de energías, sé que está cansado porque le cuesta más trabajo hacer las cosas, como jugar con los cubos o subirse a los juegos del parque. Antes de que se fatigue, lo ayudó a descansar, a hacer cosas tranquilas o a dormir una siesta.

Tu bebé no puede hacer una relación de lo que hace mal con una respuesta negativa tuya. Tendrás que tomarte el tiempo para ser su guía con actitud gentil y firme para que obtenga el autocontrol necesario y pueda obtener el comportamiento adecuado de los más grandes.

Si es posible puedes ignorar el mal comportamiento, pronto se dará cuenta que no está llamando la atención.

Si están en un lugar en donde no puedes ignorar su mal comportamiento, retira al niño con calma hasta que esté listo para comportarse bien. En ocasiones, la distracción funciona. 

No critiques al niño, solo a su mal comportamiento.

Retiralo por un rato: sin atención, juguetes o diversión por unos 10 o 20 minutos (esto es una eternidad para el niño). Luego ve a consolarlo. Después en familia busca el momento para felicitarlo por mejorar su comportamiento. La clave de ésta disciplina es mantener la calma y ser firme. Acude a esta técnica cuando rompa alguna de las reglas importantes. 

Si comienzas a perder la paciencia, respira profundo y cuenta hasta 10 o pídele a alguien que cuide al niño por un rato. Entre más autodisciplina utilices, le será más fácil disciplinar al niño. 

Mucha gente cuando piensa en disciplina, piensa en castigo, el castigo es solo una pequeña parte de la disciplina; tu amor y respeto juegan un papel mucho más grande. 

Si pones un buen ejemplo basado en la honestidad, confianza y respeto, entonces eso es lo que el niño aprenderá. Trátalo como te gustaría que te traten.

He aquí lo que la Academia Americana de Pediatría dice sobre el castigo: ''Nunca acuda a un castigo que pueda lesionar física o emocionalmente a su niño. Darle nalgadas, cachetadas, golpizas y gritos a los niños de cualquier edad hace más mal, que bien''.

Aquí hay algunas razones del por qué:
1. Tales acciones le enseñaran a tu hijo que está bien pegar y gritar cuando está alterado o bravo. Los niños a los que se les pega, se convertirán en pegadores.
2. Puedes herir a tu niño. Si una pequeña nalgada no le hace efecto, puede hacerte sentir la necesidad de pegarle más duro a medida  que te enfureces y te frustras.
3. Tu niño se pondrá furioso contigo y buscará el momento de devolverlo.
4. Un castigo tuyo es una forma extrema de atención para tu niño.
5. Puede que él se comporte mal para llamar tu atención, aunque le duela.

Los berrinches temperamentales son también parte de los niños pequeños. Ocurren cuando el niño está extremadamente frustrado.

Cuando tiene el berrinche, tiene sentimientos muy fluctuantes, que no se pueden controlar. Si no lo proteges, puede correr alrededor del cuarto y darse contra paredes y muebles. Él es capaz de gritar hasta enfermar, golpearse la cabeza o contener la respiración hasta colocarse azul y desmayar (aunque el contener la respiración asusta, no le puede hacer daño; el organismo pronto forzará aire a los pulmones).

A veces, los berrinches se pueden evitar si tú previenes que tu niño se frustre demasiado.

Aquí hay algunas maneras para ensayar:
• Si por alguna buena razón debes decirle ''no'' a tu niño o debe hacer que haga algo que no te guste, ten el mejor tacto posible.
• Trata de evitar órdenes absolutas. En cambio, usa un tono amistoso y hazle una invitación. Intenta ser creativa con tus acercamientos.
• Escoge cuidadosamente tus batallas. Él no hará pataletas a menos que tu lo impulses a eso.
• No le ofrezcas opciones si no las hay. Siempre que sea posible, dale opciones limitadas, como qué camiseta usar. Trata de evadir las situaciones que anteriormente le han llevado a los berrinches.

Consejos para los berrinches:
Cuando esté enfrentada a los berrinches, estos consejos le pueden ayudar:
1. No trates de discutir con él; esté fuera de todo entendimiento hasta que le pase el berrinche.
2. 
Trata de no responderle a gritos, tu furia puede prolongar su alteración.
3. 
Si el berrinche se genera en un lugar público, no lo trates diferente, si lo haces, el pronto se dará cuenta y usará este descubrimiento como ventaja.

He aquí algunas indicaciones para la seguridad:
1. Para cada paseo en automóvil utiliza la silla apropiada. Esto no es negociable.
2. Nunca lo dejes solo en el carro.
3. Baja el colchón de la cuna para que el bebé que se para no se pueda salir, si lo hace, pasalo a una cama bajita.
4. No dejes asientos altos frente a una baranda, mesa, mostrador, estufa o ventana, donde el niño pueda subirse y caerse, tumbar objetos o quemarse.
5. Asegúrate de que todas las ventanas que abren tengan una malla protectora o barreras.
6. Verifica que todos los medicamentos estén fuera de su alcance y tengan tapas de seguridad para niños.

7. Guarda todas las sustancias venenosas, implementos de aseo, maquillajes y medicinas fuera del alcance en un gabinete con llave.
8. Usa enchufes de seguridad en los tomacorrientes. Evita cables eléctricos sueltos o colgando.
9. Mantenga cerca del teléfono los números telefónicos del centro de toxicología, sala de emergencias del hospital o de su doctor.
10. Mantén tintura de ipecacuana a la mano, en caso de que tengas que provocarle el vómito, úsalo únicamente cuando sea indicado por el médico.
11. Nunca dejes de vigilar a tu niño cuando este cerca de un balde de agua, piscinas, bañeras, tinas de agua; en pocos centímetros de agua se puede ahogar muy rápido.
12. Continúa poniendo la temperatura del agua a 48°C, cuando esté llenando la tina coloca el agua fría de último para prevenir quemaduras.
13. Antes de meter al niño a la bañera prueba la temperatura del agua.

A medida que tu niño tenga más control sobre sus manos, querrá más control sobre qué y cómo come. Como en su segundo año el crecimiento se torna más lento, es normal que su apetito también disminuya. Dándoles una opción de comida sana, los niños tendrán una dieta balanceada.
Puede que no se vea así porque el niño puede insistir en nada más que su comida predilecta durante 3 días y luego se niega a comerla, pero comerá lo que su cuerpo necesita, si solo se le ponen al frente alimentos sanos.

Ofreciendo con frecuencia bocados de comida diferente puedes ayudarle a que no desarrolle disgusto por la comida. Aquí hay más sugerencias de cómo ayudar a tu niño a comer bien.

Consejos para la hora de  la comida:    
1. Permite que se alimente con los dedos o con una cuchara. Al principio puede ser un desorden, pero la mayoría de los niños ya pueden manejar una cuchara y la taza hacia los 24 meses.
2. Si no se come lo que tiene al frente, guárdalo para más tarde, no dejes que se llene de dulces entre comidas.
3. Mantén las comidas agradables y evita que se conviertan en una batalla. Ofrécele argumentos positivos en vez de críticas, tales como ''las arvejas deben estar en la boca o en el plato'' cuando comience a tirarlas al suelo.

4. Brindale comidas nuevas en poca cantidad y gradualmente; con pequeños bocados repetidos, le puede ayudar a aprender a comer comidas nuevas que no parecen tan apetitosas en la primera ni segunda vez.
5. Une al niño a la mesa para que coma con la familia. Esto le enseñará que las comidas son para alimentarse y socializar.
6. Enséñale a tu niño el hábito de comer sentado. Cuando un niño corre, salta o juega mientras come puede ahogarse. 
7. Evita darle comida como premio y quitarla como castigo.
8. Si a pesar de todos los esfuerzos, el niño no puede o no quiere comer, consulta  con su médico quien te dará recomendaciones y en dado caso, indicará complementos nutricionales.

• Anima a tu niño a beber de la taza, especialmente por la noche. No dejes que tu bebé se duerma comiendo. El líquido se esparce rápidamente por entre los dientes, conllevando a que se formen caries rápidamente. También puede producir ahogamiento o infección en el oído. 
• No le dés bebidas suaves o jugos en el tetero, incluso para los refrigerios o comidas.
• Demasiada leche (más de tres vasos al día) o jugo, puede quitarle espacio para otras comidas nutritivas.
• Cuando le des leche de vaca, dásela entera, no al 2% o descremada.
• Reemplaza un vaso de leche o jugo cada día por una fórmula láctea, como Pediaforta bebida nutricional fortificada con hierro, especialmente diseñada para niños que comienzan a caminar, esta fórmula láctea ayudará a que su niño reciba suficiente hierro.

Ofrécele a tu niño comida variada y balanceada, en pequeños trozos que le quepan en los dedos. 

Si aún lo está alimentando con pecho, no hay razón para que lo suspendas si él aún no quiere. Generalmente a esta edad se suspende la fórmula, pero la necesidad de los componentes de la fórmula en el niño, tales como hierro y vitaminas, continúan.

• El Pediaforta provee algunas de las ventajas de la fórmula infantil.
• Selecciona verdaderos jugos de frutas, naturales y no jugos artificiales.
• Considera el postre como una parte normal de la comida, no el premio por comer lo demás. Ofrécele de postre comida sana como frutas, yogurt o trozos de pan de uvas.
• Evita pequeños trozos duros de comida que lo pueden ahogar. Esto incluye maní entero, uvas, zanahorias, salchichas, pinchos de carne o dulces.

Sano, contento e inmunizado

A medida que tu niño crece y se desarrolla durante su segundo año, tienes muchas oportunidades para enseñarle y divertirlo. Será un desafío diario para mantenerlo seguro. Déjalo que proceda a su propio ritmo, continúe dándole su amor y atención.

Muchos no están listos para el entrenamiento del baño si no hasta después de los dos años. Hasta entonces, no tiene el suficiente control muscular. Generalmente toma más tiempo aprender el control de la vejiga que el del intestino y por lo general los niños se demoran más que las niñas. El Dr. T. Berry Brazelton, experto pediatra y autor de varios libros, ha desarrollado un sistema de orientación al niño, de entrenamiento para usar el baño. 
Su acercamiento ha ayudado a que los niños aprendan a controlar la vejiga  y el intestino a una edad de 28 meses, el método permite que el niño escoja cuándo quiere tener control.

Aquí hay algunas sugerencias que te pueden ser útiles cuando tu niño inicia a ir al baño:
• Después de los 18 meses, muéstrele a su niño cómo usar un inodoro.
• Entregale una silla con bacinilla, donde se pueda sentar vestido una vez al día. Pero no lo obligues a quedarse ahí, después de una semana déjalo sentarse sin pañal.
• Si aún está interesado, déjalo sentarse una segunda vez durante el día. El mejor momento es después de que ha ensuciado el pañal. Sienta al niño en el asiento, retira el pañal sucio y colócalo en la bacinilla y él pronto entenderá.

• Puedes sentarlo cuando creas que se le va a mover el estómago (por ejemplo después de la comida), si no funciona ensaya en otra ocasión.
• Si tu niño tiene éxito, felicítalo pero no te sobrepases. Nunca lo critiques cuando no tenga éxito.
• Si es claro que no está interesado, puede tener que parar por un tiempo, y ensayar de nuevo después de unas semanas.
• Sí tu niño tiene regularmente éxito orinando en la bacinilla, mantenla a la mano. Recuerdale cada 30 a 45 minutos para que la use.
• Cámbialo a pantalones de entrenamiento cuando sea constantemente exitoso.
• Luego prepáralo para saber dónde está el baño en los salones de juego o almacenes que visite.
• Evite presionarlo para que tenga éxito. Muchos niños no están completamente secos (especialmente de noche) hasta que cumplen los 4 años de edad.

Recuerda seguir el control de desarrollo de tu bebé para prevenir a tiempo cualquier alteración de salud.  En Harker Centro Pediátrico orientamos a los padres de familia para lograr el bienestar integral a sus  hijos.

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